La protección de la cabeza de hoy en día ofrece una amplia gama de opciones y puede seleccionarse en función de las actividades concretas que se realicen. Esto plantea nuevas preguntas. ¿Cómo sabemos que estamos utilizando el tipo más apropiado para la situación en la que nos encontramos?
¿Cómo mantenemos la protección de la cabeza? ¿Cómo nos aseguramos de que la protección que proporcionamos se lleva y se utiliza de la forma prevista? En este artículo encontrará las respuestas a estas preguntas y a otras más sobre los cascos de seguridad.
¿Por qué necesitamos proteger nuestra cabeza?
La cabeza es una parte muy delicada del cuerpo humano y en la que se confía cada día. Las lesiones en la cabeza pueden ser muy graves, por eso es tan importante la protección de la cabeza.
Según las estadísticas del Ejecutivo de Salud y Seguridad del Reino Unido de 2015-16, 15 personas murieron en el Reino Unido al ser golpeadas por un objeto en movimiento, en caída o en vuelo. Seis de ellas pertenecían al sector de la construcción.
Los traumatismos craneales también representaron una de cada 10 lesiones no mortales notificadas, que aun así pueden tener efectos que cambian la vida. Incluso después de un traumatismo craneal leve, la función cerebral puede verse temporalmente afectada, algo que suele denominarse conmoción cerebral.
Esto puede provocar dificultades como dolores de cabeza, mareos, fatiga, depresión, irritabilidad y problemas de memoria.
Aunque la mayoría de las personas se recuperan de estos síntomas en dos semanas, algunas pueden experimentar problemas durante meses o incluso años después de una lesión menor en la cabeza. Sin embargo, hay afecciones más graves que pueden producirse por un golpe en la cabeza, como aneurismas y hemorragias cerebrales.
¿Qué es exactamente la protección de la cabeza?
La protección de la cabeza (cascos de seguridad) es una forma de equipo de protección personal (EPP).
Dependiendo de la forma de protección seleccionada, puede utilizarse para evitar o reducir los daños en el cráneo causados por el impacto de objetos que caen o salen despedidos, proteger al usuario de la electrocución por baja tensión y proporcionar protección contra el riesgo de golpes en la cabeza y el enredo del cabello.
Por lo general, protege la zona del cuero cabelludo y, a veces, la mandíbula y la nuca.
Puede pensar en la protección de la cabeza como en la zona de deformación de su coche. Absorbe parte de la energía del impacto y reparte el tiempo del mismo. También evita que el cráneo sea penetrado por el objeto que lo ha golpeado.
El tipo de protección que elijas dictará la protección que te ofrece. Debe recordar que una vez que un objeto ha golpeado la protección de la cabeza, debe ser sustituida.
También exigen que los EPI sean:
- Se evalúen adecuadamente antes de su uso para asegurarse de que son adecuados para su finalidad
- Se mantenga y almacene adecuadamente
- Se proporcionen instrucciones sobre cómo utilizarlos de forma segura
- Que los empleados los utilicen correctamente.
Además, todos los EPI, incluida la protección de la cabeza, deben:
Ser adecuados a los riesgos y al entorno de trabajo:
Tener en cuenta la salud del usuario, la ergonomía, los factores de ajuste y ser compatibles con otros elementos de EPI que deban llevarse.
Controlar adecuadamente el riesgo que presenta el peligro sin aumentar el riesgo general que experimenta el trabajador; por ejemplo, las gafas que se van a utilizar en un entorno caliente y que, por tanto, se empañan dificultando la visión ser suministradas gratuitamente si se suministran por razones de salud y seguridad en el trabajo
Estar bien conservados y almacenados adecuadamente (en la práctica, para los trabajadores móviles, puede ser necesario suministrar un maletín u otro contenedor para evitar que se dañen los EPI (como los cascos de seguridad durante el transporte).
Cumplir con la legislación pertinente de aplicación de las directivas europeas relativas al diseño y la fabricación.